Es una estampa muy típica pero que a los "jartibles" de la Semana Santa nunca nos deja de sorprender, sobre todo cuando no hace mucho éramos nosotros los que jugábamos por esa bendita rampa, y ahora,..., vemos a nuestros enanos corretear por ella; eso sí, con una cervecita fresquita de la Alicantina en la mano, Oleeeeee
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