En realidad, el paso de Las Cigarreras por el barrio de Triana fue un motivo de alegría para unos y una tragedia para otros. Alegría para todos los vecinos de Triana, que acogían a una hermandad que venía del barrio de los Remedios y que por el devenir de sus gobernantes derivó en folklore puro, y tragedia para aquellos hermanos que veíamos como nuestra hermandad perdía cada estación de penitencia que pasaba su seña de identidad. Por todo esto no quiero sentenciar de manera severa al barrio de Triana, al contrario, me gustaría que mi hermandad pasara de nuevo por esas calles tan sevillanas, pero siempre haciéndolo de una manera que no rompa la ideosincracia que desde entonces hasta ahora se ha ido forjando, de hecho, este recorrido es más corto que el actual. Pero la cruda realidad,... veo difícil que el arzobispado acepte un cambio de itinerario en estos tiempos de tanto "cambio" cofrade. Probablemente no se vuelva a ver este recorido, en primer lugar por la razón que expongo inicialmente y en segundo lugar porque creo que el futuro de las Cigarreras estará en años venideros lejos del barrio de los Remedios. CIGARRERUM DIXIT
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